Alineación Solar en el Caracol Maya de Cozumel: Conexión Arqueo astronómica

 Alineación Solar en el Caracol Maya de Cozumel: Conexión Arqueo astronómica

Alineación Solar en el Caracol Maya de Cozumel

El día martes, tanto turistas como familias locales presenciaron un espectáculo único: la alineación del sol con la estructura maya «El Caracol» en Punta Sur, Isla de Cozumel. Este fenómeno excepcional, que ocurre dos veces al año, destaca la conexión arqueo astronómica con el edificio, creando un espectáculo exclusivo de la región.

El nombre de El Caracol proviene de los caracoles que adornan la pequeña cúpula que corona la techumbre de este templo. También conocido como “Tumba del Caracol”, este sitio arqueológico es un conjunto de estructuras de estilo Costa Oriental, construido durante el Postclásico tardío (1200 – 1500 d.C.).

“El Caracol”

La relevancia cultural de El Caracol radica en su función como marcador para la navegación y en su importancia como observatorio astronómico. La ruina tiene una alineación Poniente-Oriente hacia el islote “Celarain” a 550 metros de distancia, y se puede apreciar la salida del sol en alineación con el mismo, los días 22 de febrero y 20 de octubre.

La observación de los movimientos celestes era de gran importancia para los antiguos mayas, quienes desarrollaron calendarios precisos utilizados en actividades agrícolas y religiosas. Construyeron sus ciudades en armonía con el cosmos y rindieron culto a las deidades que habitaban la bóveda celeste.

El Caracol, originalmente un templo miniatura de techo abovedado, fue envuelto en tres de sus lados por una construcción más grande. Sobre el techo tiene un pequeño templete cuadrado, con cuatro aberturas y un agujero superior, donde se colocó un remate en forma de caracol, decorado con cuatro hileras de caracoles naturales empotrados en el estuco.

Aunque en el imaginario popular se dice que el viento hace silbar los caracoles, y que los antiguos mayas lo relacionaron con los huracanes y con el culto al viento, no existe evidencia concreta que así lo demuestre. Sin embargo, El Caracol sigue siendo un testamento del profundo conocimiento astronómico y cultural de la civilización maya.