López Obrador redobla su cruzada contra el maíz transgénico: más aranceles y la prohibición de su uso en tortillerías

 López Obrador redobla su cruzada contra el maíz transgénico: más aranceles y la prohibición de su uso en tortillerías

En plena controversia con Estados Unidos y Canadá por la comercialización del maíz transgénico, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha anunciado que se impondrán aranceles para frenar la importación de maíz blanco y que esta semana firmará un acuerdo para que en las tortillerías del país no utilicen granos modificados genéticamente. “Estoy por firmar esta semana (un acuerdo) para que en las tortillerías solo se use maíz blanco y no transgénico. Esto va a ir acompañado del establecimiento de aranceles para que no se importe y se compre a los productores mexicanos”, declaró.

Durante su habitual conferencia matutina, López Obrador afirmó de que tiene pruebas de que el maíz blanco que se importa a México es transgénico. El anuncio del Ejecutivo ocurre semanas después de que EE UU solicitara una consulta de resolución bajo el amparo del tratado comercial, TMEC, al considerar que las políticas mexicanas contra el grano transgénico son discriminatorias. El Gobierno de Biden planea defender hasta la última instancia un negocio valuado en más de 3.000 millones de dólares anuales. Más del 90% de las importaciones de maíz amarillo que llegan a territorio mexicano provienen de Estados Unidos.

El presidente, no obstante, parece dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias para defender su veto al maíz transgénico al asegurar este lunes que México sí podría llegar a un panel ante EE UU y Canadá por este tema. ”No hay que tenerle miedo a las controversias, porque si queremos fortalecer nuestras relaciones económicas y comerciales. Estamos trabajando con Estados Unidos, les explicamos nuestra postura, les hemos dado opciones, se amplió el plazo para el uso de maíz transgénico, aunque les molesta mucho que se diga transgénico. Dijimos, adelante, dos años para que no haya problemas, dos años. Sin embargo, insisten en que se utilice el maíz amarillo para consumo humano, pero no se permitirá. Es posible que nos lleve a un panel, pero no lo permitiremos, es un asunto de salud pública”, zanjó el presidente.

La disputa tiene sus orígenes en un polémico decreto del Ejecutivo a finales de 2020, en el que establece la prohibición del maíz transgénico amarillo, lo que supondrá un freno a las miles de toneladas que año con año llegan a territorio mexicano y que son usadas para forraje y alimento de ganado. Hace unas semanas, Canadá se unió a la protesta de EE UU asegurando que la decisión de México no se sustenta en argumentos científicos y, por el contrario, amenaza con interrumpir las exportaciones.

En el decreto original, firmado por López Obrador el 31 de diciembre de 2020, no quedaba claro a qué tipo de maíz afectaban las restricciones. Sin embargo, tras las protestas de EE UU, México accedió a ampliar el plazo de aplicación del veto al maíz transgénico hasta 2025 y especificó que la prohibición afectará exclusivamente al grano para el consumo humano. Estas salvedades, no obstante, no bastaron al Gobierno estadounidense, quien ha mantenido su reclamo contra el polémico decreto.

Juan Carlos Anaya, director del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), explica que tanto el futuro arancel sobre el grano no puede aplicar para los países miembros del TMEC, EE UU y Canadá, en todo caso, afectará a las compras provenientes de Brasil, Argentina o Sudáfrica. “Este anuncio es para motivar la compra de maíz de Sinaloa, Sonora y Tamaulipas. Sin embargo, los precios de mercado internacional son menores debido a la caída del precio de futuros de Chicago, que es la referencia internacional, y la fortaleza del tipo de cambio que ha llevado a que el precio de la tonelada de maíz haya bajado de 7.050 pesos a 5.100 pesos en un año”, precisa.

De acuerdo con las cifras del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), en el 2022 en México se produjeron 27 millones de toneladas de maíz y se importaron 17,3 millones de toneladas, principalmente de Estados Unidos.