Muere Colin Powell, ex secretario de Estado de EE.UU., por complicaciones de Covid

 Muere Colin Powell, ex secretario de Estado de EE.UU., por complicaciones de Covid

ESTADOS UNIDOS.- El general, de 84 años, había recibido las dos dosis de la vacuna, según ha informado la familia por la red social Facebook

Colin Powell, uno de los militares más destacados y el primer jefe del Estado Mayor Conjunto y secretario de Estado de raza negra de Estados Unidos, ha fallecido este 18 de octubre tras haber contraído el coronavirus, según ha anunciado su familia en las redes sociales. Powell, de 84 años, estaba completamente vacunado y recibía tratamiento en el hospital militar de Walter Reed en la capital.

A pesar de la brillante carrera militar de Powell, que llegó a ser general de cuatro estrellas del Cuerpo de Infantería, se le recuerda por un discurso que acabó su carrera: el que dio el 5 de febrero de 2003 ante la Asamblea General de Naciones Unidas en defensa de la invasión de Irak porque, según dijo, «los hechos y el comportamiento de Irak muestran que Saddam Hussein y su régimen están ocultando sus esfuerzos para producir más armas de destrucción masiva».

Aquello resultó ser falso, según el mismo Powell admitió después. «Aquellos hechos tendrán un párrafo destacado en mi obituario», dejó escrito el general en un libro publicado en 2012, titulado «A mí me funcionó». Powell salió del gobierno en 2005, y desde entonces no volvió a ocupar cargos públicos.

Nacido en Harlem el 5 de abril de 1937, en una familia de pocos recursos procedente de Jamaica, Powell estudió Geología en Nueva York, pero pronto ingresó en el ejército para iniciar una carrera que duraría 35 años. Su primera misión en el extranjero fue en Vietnam, donde fue destinado entre 1962 y 1963, y resultó herido tras pisar en una estaca que el ejército vietnamita usaba como trampa contra los soldados estadounidenses.

Regresó a Vietnam ya como comandante en 1968, y sirvió de subjefe de personal de una división de infantería. Allí sobrevivió a un accidente de helicóptero y rescató a tres soldados, por lo que fue condecorado.

Carrera política

Tras su regreso a EE.UU., Powell comenzó una fructífera carrera política siempre con presidentes republicanos. De diciembre de 1987 a enero de 1989 sirvió como consejero de Seguridad Nacional de Ronald Reagan, a quien asesoró durante la invasión de la isla de Granada en 1983 y los ataques aéreos a Libia en 1986 en respuesta al ataque terrorista contra una discoteca de Berlín que provocó tres muertos y 200 heridos.

Tras ese puesto, el siguiente presidente, George H.W. Bush, ascendió a Powell al cargo de jefe del Estado Mayor Conjunto, es decir a militar de mayor rango en las Fuerzas Armadas. Era la primera persona afroamericana en ocuparlo. Ese cargo se desempeña también como principal asesor para el presidente en asuntos militares junto al secretario de Defensa, que suele ser un civil.

En semejante posición, Powell supervisó la operación Tormenta del Desierto durante la Primera Guerra del Golfo, en respuesta a la invasión de Kuwait por parte de Irak. Fue una de las operaciones más exitosas de las Fuerzas Armadas estadounidenses, y al finalizarla, tanto Bush como Powell creyeron que no era necesario deponer a Saddam Hussein, algo que quedaría para el siguiente Bush.

Powell dejó la jefatura del Estado Mayor el 30 de septiembre de 1993, cuando Bill Clinton estaba ya en el poder, aunque tuvo buena relación con él. Entonces Powell publicó una autobiografía, titulada «Mi camino americano», y se dedicó a dar discursos dentro y fuera de EE.UU. En ese libro, se resistía a que le colgaran la etiqueta de republicano y por tanto enemigo de la intervención estatal: «Algunas personas se apresuraron a colgarme la etiqueta de republicano alrededor de mi cuello. Sin embargo, no estoy en contra del gobierno de forma instintiva».

Lo cierto es que sería otro republicano, George W. Bush, el hijo, quien nombraría a Powell secretario de Estado tras ganar las polémicas elecciones de 2000, que acabó decidiendo el Tribunal Supremo.

Guerra contra el terrorismo

El papel de Powell cobraría una gran fuerza y relevancia tras los ataques terroristas del 11-S y la subsiguiente guerra contra el terrorismo de Bush. Primero defendió, con éxito, la invasión de Afganistán, que propició una rápida caída de los Talibán. Pero dos años después hizo lo propio con la Segunda Guerra del Golfo, defendiendo en Naciones Unidas y otros foros que Hussein tenía aquellas armas de destrucción masiva, cuando no era cierto.

En un reciente documental emitido por Frontline en la cadena PBS, Powell admitía que creyó a unas agencias de inteligencia que le engañaron para forzar la caída de Hussein. «Fue un gran fracaso de las agencias de inteligencia», dijo, sin admitir directamente un error por su parte.

Ya retirado, Powell acabó apoyando a los candidatos demócratas. Primero a Barack Obama, primer presidente de raza negra, de quien dijo: «Creo que es una figura transformadora, es una nueva generación que llega al escenario mundial». Fue un apoyo decisivo, pues Obama, un senador novato, no tenía experiencia y era objeto de ataques infundados sobre su supuesta fe musulmana o nacimiento en un país extranjero.

Contra la islamofobia

En una sonada entrevista en la cadena NBC, Powell denunció la islamofobia a, dirigirse a aquellos que preguntaban si Obama era musulmán: «Bueno, la respuesta correcta es que no es musulmán, es cristiano. Siempre ha sido cristiano. Pero la respuesta realmente correcta es, ¿y qué si lo es? ¿Hay algo de malo en ser musulmán en este país?».

Lo volvió a apoyar en su segunda campaña presidencial, constatando el continuismo de Obama con respecto a Bush en la llamada guerra contra el terrorismo, y su creciente implicación en los conflictos de Afganistán e Irak.

En sus últimos años, Powell se centró en oponerse a Donald Trump, a quien calificó de «desgracia nacional». Pidió el voto tanto para Hillary Clinton como para Joe Biden.

Powell deja a Alma Vivian Johnson como viuda y a tres hijos: Michael, Linda y Anne.

Con información de: «ABC»