Trump califica de «monstruos» a deportados a El Salvador y agradece a Bukele por recibirlos

En un giro polémico, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, calificó como «monstruos» a los supuestos integrantes del Tren de Aragua que fueron deportados a El Salvador bajo la Ley de Enemigos Extranjeros. Trump también agradeció al presidente salvadoreño, Nayib Bukele, por aceptar a los expulsados.
A través de su plataforma Truth Social, Trump se arremetió contra el actual gobierno estadounidense y acusó a los demócratas de permitir la entrada de estas personas al país.
«Estos son los monstruos que el corrupto Joe Biden y los demócratas de izquierda radical enviaron a nuestro país. ¡Cómo se atreven!», escribió el mandatario.
También expresó su reconocimiento a El Salvador ya Bukele por su cooperación en la deportación de estos individuos, asegurando que la situación se había salido de control debido a la «incompetencia del liderazgo demócrata».
Ley de Enemigos Extranjeros: una normativa de 1798 activada por Trump
La deportación de alrededor de 250 personas identificadas como parte del Tren de Aragua se realizó bajo la Ley de Enemigos Extranjeros, una normativa de 1798 que no había sido utilizada desde la Segunda Guerra Mundial.
Dicha ley permite que, en tiempos de guerra, las autoridades de EE.UU. puedan detener o deportar a ciudadanos de países considerados enemigos sin necesidad de una audiencia previa. En este caso, afecta a los venezolanos mayores de 14 años que, según el gobierno, pertenezcan a ese grupo y no tengan ciudadanía o residencia permanente legal en EE.UU.
Freno judicial a la medida
Sin embargo, la medida se enfrentó a un obstáculo legal cuando el juez James Boasberg, tras una demanda de la ACLU y Democracy Forward, bloqueó temporalmente la deportación de los afectados.
El magistrado ordenó que cualquier avión con deportados a bordo debía regresar a EE.UU. si aún no había aterrizado. Pero Bukele reaccionó con burla, respondiendo en X (antes Twitter) con un «Oopsie… demasiado tarde», acompañado de un emoji riéndose y una imagen de la noticia publicada en el New York Post.

La medida sigue generando reacciones tanto en EE.UU. como en la comunidad internacional, mientras se evalúa su impacto en futuras deportaciones y las relaciones entre ambos países.