La casa de la familia Abrahámica: un símbolo de la convivencia interreligiosa
La Casa de la Familia Abrahámica, un complejo que alberga una mezquita, una iglesia y una sinagoga, cumple un mes desde su apertura a los visitantes en los Emiratos Árabes Unidos. El complejo, que se inspira en los conceptos de fraternidad y entendimiento mutuo, ha sido recibido con entusiasmo por turistas y locales por su mensaje de convivencia interreligiosa.
La iniciativa de construir la Casa de la Familia Abrahámica surgió a partir de la visita del Papa Francisco a los Emiratos Árabes Unidos en 2019. En esa ocasión, el Papa y el Gran Imán de la Mezquita de al-Azhar, en Egipto, firmaron una declaración conjunta en la que se comprometían a promover la fraternidad humana.
El complejo, diseñado por el arquitecto ghanés-británico Sir David Adjaye, se encuentra en el Distrito Cultural de Abu Dhabi, cerca del Museo del Louvre y del Guggenheim. Las tres casas de culto, que tienen las mismas dimensiones exteriores, están orientadas hacia los puntos cardinales que son sagrados para cada religión.
La Iglesia de San Francisco, que recibe hasta 300 fieles, está orientada hacia el sol naciente. Las columnas enfatizan la verticalidad para expresar los conceptos de encarnación y resurrección. El techo de madera hace referencia al altar de la Basílica de San Pedro en Roma.
La mezquita Ahmed Al-Tayeb, que también tiene capacidad para 300 personas, está orientada hacia La Meca. Siete arcos dan forma a la fachada en referencia a la importancia del número siete en el Islam. De la arquitectura islámica, Adjaye trajo el mashrabiya, una pantalla o pared de celosía que permite la circulación del aire mientras regula la luz y preserva la privacidad de quienes se encuentran dentro de la mezquita.
La sinagoga Moses Ben Maimon, que lleva el nombre del filósofo judío del siglo XII, tiene capacidad para unas 250 personas. Es el primer lugar de culto judío construido especialmente en los Emiratos Árabes Unidos. El diseño de Adjaye sugiere un refugio para la oración. Y como la mayoría de las sinagogas, mira hacia Jerusalén.
El jardín elevado, que conecta el espacio, se utiliza como una metáfora, un área para desarrollar un sentido de comunidad y civismo.
La Casa de la Familia Abrahámica es un símbolo de esperanza para un mundo más tolerante e inclusivo. El complejo, que ha sido recibido con entusiasmo por turistas y locales, es un testimonio de que la convivencia interreligiosa es posible.