El oscuro legado de las medallas otorgadas por combatir a los mayas rebeldes
Durante la etapa final de la Guerra de Castas, las autoridades del Estado de Yucatán implementaron un reconocimiento controvertido: una medalla honorífica entregada a militares que participaron en la represión de los mayas rebeldes. Este galardón, considerado un símbolo de «civilización sobre la barbarie», tenía un diseño específico y era distribuido a los combatientes en función de su rango militar.
Una condecoración con un propósito polémico
El 17 de abril de 1902, la XIX Legislatura Constitucional de Yucatán emitió un decreto que establecía la creación de esta medalla, dirigido a generales, jefes, oficiales y tropas que participaron en la última etapa de la Guerra de Castas, particularmente en la batalla de Chan Santa Cruz. Fabricada en oro, plata y bronce, la medalla adoptaba la forma de una cruz de esmalte azul y blanco, con inscripciones específicas: en el frente, «Premio del Estado de Yucatán 1902» y, al reverso, «Campaña contra los mayas».
La distinción variaba según el rango militar:
- Oro : otorgada a generales y jefes.
- Plata : reservada para oficiales.
- Bronce : destinada a los soldados rasos.
Este reconocimiento tenía como requisito una participación mínima de tres meses en las campañas contra los mayas, desde diciembre de 1898 hasta la conclusión de la contienda.
Un símbolo de poder y controversia.
La doctora Pascale Villegas, experta en estudios sobre América Latina, detalla en su investigación que más de 8.000 elementos del Ejército, la Armada y la Guardia Nacional fueron condecorados. Según Villegas, esta medalla era considerada un «atractivo visual» que reflejaba la victoria del proyecto colonialista.
No todos los participantes actuaron por voluntad propia. Muchos soldados se vieron obligados a enlistarse bajo el sistema de leva, una práctica que obligaba a hombres de entre 16 y 50 años a servir en las fuerzas armadas. Sin embargo, otros se unieron motivados por promesas de beneficios tras el conflicto.
Una entrega respaldada por el gobierno federal
Aunque promovida por las autoridades de Yucatán, la medalla contó con el respaldo de la Federación. Incluso el entonces presidente Porfirio Díaz participó en ceremonias de entrega. En Mérida, el 5 de mayo de 1905, se celebró una jornada completa dedicada a este reconocimiento, marcada por eventos públicos y festejos.